Diosa de piel pálida, te perdiste entre mis alas caídas
Cuando aún resuena tu eco quejumbroso
Entre las tinieblas de mi angustia busco tu refugio
Entre las hojas perdidas tus pies descalzo avisan tu descanso
Piel fría que ya no acaricia el horizonte
Mi Diosa evasiva, mi Ángel caído, tu voz tenue
Se despliega por mi cansado cuerpo
Esperando que mis manos logren retener un poco de vida,
Has llegado el precipicio para lanzar tu vida al vacio.
Mis alas rotas no pueden alanzarte y desvanezco.
Mi Ángel te me has perdido
Recorro el precipuo tratando de encontrar tu cuerpo ido
O tu vida en el aire poner retener
Para sumirme con ella en el descanso dolido
Palideció la noche y mi Ángel caído
Yacía entre el cielo y el olvido
Perdiendo mis alas la noche se ennegrecía
Y tu cuerpo pálido de luz se prendía
Volé hacia ti para encontrar un resto de vida
Mi diosa de piel pálida, has partido a otra tierra
Para perder tú libertad
Para vivir entre penas y angustias elegidas
Y dolor eterno, perdida en mis alas rotas.
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